“No cesaremos de explorar, y el fin de nuestra exploración consistirá en llegar al punto de partida y conocer por primera vez ese lugar T.S. Elliot.
El viaje interior, navegar hacia uno mismo, es condición necesaria para encontrar la propia verdad. Siempre me ha llamado la atención esa sensación de querer salir a caminar por el mundo, irnos a un lugar muy lejos cuando nos sentimos agobiados por algún problema; ¿Será una manera de querer escapar?, ¿Una fantasía para evadir la realidad? Éstas eran las preguntas que me hacía, sospechando que las respuestas serían afirmativas; pero un día, en uno de esos intentos por buscar paz, silencio y quietud en la lejanía, me di cuenta que en realidad esa necesidad no era más que una metáfora, ese anhelo de un viaje no era más que la ineludible necesidad de un viaje interior. La paz, el silencio y la quietud eran parajes que debía buscar en mi paisaje interior.
No estoy negando que esas salidas y contacto con la naturaleza o con lugares que nos gusten pueden generar estados de mayor amplitud de conciencia y favorecer igualmente el darse cuenta. El error está en la negación de los problemas. Querer evadirlos y escapar de ellos es una manera de limitarnos la posibilidad de desarrollar las capacidades para solucionar las situaciones difíciles.
“El retiro voluntario de nuestro ambiente habitual promueve la auto comprensión y el contacto con las profundidades interiores del ser que nos eluden en la confusión de la vida cotidiana”. Anthony Store.
Depak Chopra[1], en su libro Poder, Libertad y Gracia, nos habla de las enseñanzas de los Vedas en cuanto al conocimiento. Según este autor hay cinco razones por las cuales sufrimos los seres humanos: la primera es no saber quienes somos; la segunda es identificarnos con nuestro ego y con la imagen que tenemos de nosotros mismos; la tercera es aferrarnos a lo transitorio e irreal; la cuarta es temerle a lo transitorio e irreal, y la quinta es el miedo a la muerte. Los Vedas también dicen que las cinco causas del sufrimiento están contenidas en la primera: No saber quienes somos. Si logramos responder esa primera pregunta fundamental de ¿Quién soy? podremos encontrar la respuesta a todas las demás preguntas afines como son ¿De dónde vengo?, ¿Cuál es mi propósito en la vida?, ¿A dónde iré cuando muera?
Según Daniel Goleman, autor del conocido libro La inteligencia emocional[2], el autoconocimiento es la identificación y comprensión de los propios estados internos, preferencias, recursos e intuiciones. Este conocimiento de sí comprende a su vez tres aptitudes emocionales.
Autoevaluación precisa: Conocimientos de los propios recursos interiores, habilidades y límites.
Conciencia emocional: Reconocimiento de las propias emociones y sus efectos.
Confianza en uno mismo: Certeza sobre el propio valor y facultades.
La conciencia de uno mismo se da en la medida en que hay una atención a los propios estados internos. Al respecto Krishnamurti, en su libro El conocimiento de uno mismo[3], sugiere que una manera de acercarnos a este conocimiento de nosotros se da por medio de la observación de las palabras que emitimos, las respuestas que ellas provocan; reconocer todo movimiento del pensar y del sentir, pero observándose nada más, sin juzgarlos; estar conscientes de nuestras respuestas corporales. En la medida en que nos acercamos a este conocimiento que finalmente es el más importante en nuestra vida, tendremos una base sólida para el pensamiento, el afecto y la acción.
“Conoce aquello que al conocerse permite conocer todo lo demás”. Los Vedas.
Krishnamurti afirma que mientras no nos entendamos nosotros mismos no tendremos un referente para el pensamiento y la acción, por tanto, cualquier búsqueda será en vano. Este conocimiento de uno mismo es sin duda un paso previo a cualquier exploración, construcción o transformación, ya que el mundo es lo que somos nosotros y antes de pretender hacer transformaciones en el afuera hay que encargarse del interior. Para ello es necesario estar extraordinariamente alertas. En la medida en que empezamos a estar cada vez más atentos ante los enredos del propio pensamiento, sentimiento y comportamiento, empezamos a ser más conscientes, no sólo de nosotros mismos sino de nuestras relaciones.
Este autor llama la atención sobre el tiempo para reflexionar sobre nosotros mismos y para observarnos. Menciona que el conocimiento propio nunca termina pues sólo cuando la mente está tranquila, sólo entonces en esa quietud, en ese silencio, podemos abrazar la realidad.
Además de acudir a referencias de autores de la psicología y autores de temas de espiritualidad, considero útil también la vía del arte, entre las diferentes opciones mi preferida es la senda poética, tanto su lectura como su escritura. La poesía nos posibilita una puerta de entrada a nuestro ser interior. Desde la apreciación o desde la creación nos poemos dar una oportunidad para el conocimiento de si.
DENTRO DE TI ESTÁ EL SECRETO (AMADO NERVO) [4]
Busca dentro de ti la solución de todos los problemas, hasta de aquellos que creas más exteriores y materiales.
Dentro de ti está siempre el secreto: dentro de ti están todos los secretos.
Aún para abrirte camino en la selva virgen, aún para levantar un muro, aún para tender un puente has de buscar antes, en ti, el secreto.
Dentro de ti hay tendidos ya todos los puentes.
Están cortadas dentro de ti las malezas y lianas que cierran los caminos.
Todas las arquitecturas ya están levantadas dentro de ti.
Pregunta al arquitecto escondido: él te dará sus fórmulas.
Antes de ir a buscar el hacha de más filo, la piqueta más dura, la pala más resistente, entra en tu interior y pregunta...
Y sabrás lo esencial de todos los problemas y se te enseñará la mejor de todas las fórmulas, y se te dará la más sólida de todas las herramientas.
Y acertarás constantemente, pues que dentro de ti llevas la luz misteriosa de todos los secretos.
Este poema de Amado Nervo nos invita a buscar en nosotros mismos las respuestas a todas las preguntas, a todos los problemas. Sin duda que alguien que logra acceder a su interioridad encuentra una fuente maravillosa de posibilidades y para poder asomarse a ese mundo requerimos alejarnos del bullicio y del frenesí, quedarnos quietos y en silencio.
Fanny Alexandra Gallego Lopera
Referencias
[1] CHOPRA Deepak. Poder, Libertad y Gracia. Editorial Norma: Bogotá, 2007. 184 p.
[2] GOLEMAN Daniel. La inteligencia emocional. Javier Vergara editor: Buenos aires. 1995. 396 p.
[3] KRISHNAMURTI. El conocimiento de uno mismo. Editorial Orión: México. 1982. 299 p.
[4] AMADO, Nervo. Poemas: Dentro de ti está el secreto. México: Librería de la Viuda, 1920.
Divertido, útil y bien hecho
Psicóloga de profesión,
emprendedora por convicción
profe de vocación,
mamá por amor
y escritora por pasión.
Fotografías @cpembert
Mentora de emprendedores en Corporación Mundial de la Mujer (De Mis Manos), Parque del Emprendimiento y otras entidades del ecosistema de emprendimiento de Medellín y Colombia. Docente de la Universidad de Antioquia y Universidad Cooperativa de Colombia. Consultora Empresarial. Mamá de Emanuel y Selene. Escritora aficionada de cuentos y poesía, he publicado tres libros Mil lunas y un delirio, Bitácora de sueños y Emprendizaje: el proceso de aprender a emprender.
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