"En lugar de ser un hombre de éxito, busca ser un hombre valioso; lo demás llegará naturalmente." Albert Einstein
El título de esta entrada pretende ilustrar las tres acepciones de la palabra “valor” en el marco del emprendimiento, los valores desde sus diferentes connotaciones son elementos primordiales en el proceso decisorio que implica el reto de hacer empresa.
Los tres significados de la palabra valor corresponden con cada una de las dimensiones: ético-estratégica, económica y psicológica que proponen Dolán y García (1997) en su libro la dirección por valores, del cual retomo la propuesta para llevarlo al contexto del emprendimiento.
El componente ético-estratégico se relaciona con las elecciones preferenciales que están implicadas en la determinación de hacer empresa. En esta decisión pueden estar involucrados valores como la autonomía, la creatividad, la generación de bienestar y riqueza, la honestidad, el trabajo en equipo, la cooperación, entre otros.
En mi rol como mentora cuando converso con los emprendedores acerca de este tema, observo como la aventura empresarial sustenta una búsqueda de identidad, porque canaliza respuestas a preguntas trascendentales como ¿Quién soy y que soy capaz de lograr? ¿Qué es importante para mí? ¿Qué quiero aportarle al mundo? ¿Cuáles son mis sueños?
Además de identificar de forma clara los valores que inspiran a un emprendedor es importante revisar que valores compartes con los socios, porque este ejercicio puede contribuir de manera significativa a la cohesión del equipo. Conocer la escala de valores de cada integrante tiene relevancia en la medida en que sienta las bases para una sólida confianza.
Cuando se desconoce la escala de valores del socio hay riesgo en la toma de decisiones, en la imagen reputacional y en la gestión de los conflictos normales de todo proceso donde intervienen varias personas. Trias de Bes (2007) en el libro negro del emprendedor afirma que es mejor un socio mediocre cuyos principios estén alienados con los del emprendedor líder que una persona brillante, pero sin escrúpulos. Y para conocer este aspecto el autor recomienda conversaciones auténticas de temas diferentes a los negocios, saber que es importante para el socio, que sueños tiene, cuáles son sus temores y que no tolera.
Además de ser un eje central de decisión y orientación en el trayecto emprendedor, los valores configuran un importante aspecto de la identidad del equipo, que luego se convertirá en una base de la cultura organizacional de la empresa.
Desde la perspectiva económica el valor se relaciona con la importancia o significación de una cosa. De acuerdo con Dolán y Garcia (1997) desde este enfoque los valores son criterios utilizados para evaluar las cosas en cuanto a su relativo mérito, adecuación, escasez, precio o interés. Por cosas, afirman los autores, se entiende objetos, ideas, actos o hechos. En el mundo del emprendimiento es necesario tener claridad de los recursos con los que se cuenta para iniciar y mantenerse en la travesía. Desde esta perspectiva de los recursos y su valor en el proceso de creación de empresa, es indispensable la claridad de lo que cada socio aporta en términos de dinero, tiempo y conocimientos para la construcción del proyecto empresarial.
Las preguntas necesarias a realizar en este aspecto son ¿Qué aportes está haciendo cada uno al emprendimiento? ¿Cómo están cuantificando estos aportes? ¿Han realizado ya un acuerdo privado de socios para dejar claros estos temas?
Desde la postura psicológica valor significa valentía. Emprender es sin duda un gran acto de personas valientes y arriesgadas Es claro que para emprender se requiere de una alta dosis de fortaleza emocional y también física por la gran carga de trabajo que implica este proceso. Hacer empresa no es fácil y quien elija esta alternativa sobre otras, creyendo que es más cómoda, se encontrará con la inevitable frustración. Soportar las dificultades y retos propios del camino del emprendimiento es posible si el equipo está guiado por valores que le aporten significado al trayecto.
Para quienes hayan elegido el camino de emprender guiados por valores y a pesar de las tormentas han seguido navegando, es probable que hayan descubierto que como camino no es más fácil, pero en coherencia con los anhelos de su alma, ha sido la decisión más valiosa, valiente y valerosa.
Fanny Alexandra Gallego Lopera
¡Divertido, útil y bien hecho!
Dolan, S Y García, S (1997). La dirección por valores. Barcelona: Mc Graw Hill.
Trias de Bes, F. (2007). El libro negro del emprendedor. España: Empresa Activa.
Psicóloga de profesión,
emprendedora por convicción
profe de vocación,
mamá por amor
y escritora por pasión.
Mentora de emprendedores en Corporación Mundial de la Mujer (De Mis Manos), Parque del Emprendimiento y otras entidades del ecosistema de emprendimiento de Medellín y Colombia. Docente de la Universidad de Antioquia. Consultora Empresarial. Mamá de Emanuel y Selene. Escritora aficionada de cuentos y poesía, he publicado tres libros Mil lunas y un delirio, Bitácora de sueños y Emprendizaje: el proceso de aprender a emprender.
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